Mikaku
Nombre científico: Eriobotrya japonica
Familia: Rosaceae
Descripción
Árbol perennifolio de la familia de las rosáceas. Esta categoría incluye más de 2.000 especies de árboles, arbustos y plantas herbáceas, entre los que se encuentran los rosales y las principales frutas europeas.
Es un árbol no muy alto de tronco tortuoso y corteza gris y fisurada. Con ramas abiertas, provistas de algunas espinas. Hojas grandes, brillantes, elípticas, verdes por el haz y pubescentes por el envés y con los márgenes dentados. Las flores, blancas y con aroma de almendra amarga, aparecen en el extremo de los ramos florales.
La planta florece en invierno –algunos años puede volver a florecer a finales de verano- y los frutos maduran en primavera, generalmente agrupados en número de cuatro a cinco. Son de color amarillo, algo vellosos y de pequeño tamaño. Su pulpa es amarillenta y tiene un jugo ligeramente ácido y unas pocas semillas grandes, brillantes y marrón oscuro. Bajo el nombre de níspero se conocen dos frutos muy diferentes que no debemos confundir: el níspero japonés o mikaku y el común o europeo.
El cultivo del níspero está muy extendido en todo el mundo tanto por su valor ornamental como por sus apreciados frutos en los climas templados, eminentemente en los países mediterráneos -España, Italia, Grecia, Israel, Turquía-.
La fragancia de sus flores atrae irresistiblemente a las abejas y mariposas, mientras que muchas variedades de pájaros se alimentan de los frutos maduros.
Origen
China Oriental.
Variedades
Monreal, Limoncillo, Común, Tanaka, Níspero Algar, Golden nugget, Níspero peluche.
Situación
Exterior.
Luz
Abundante exposición solar.
Temperatura
- Temperatura cálida en verano.
- Climas templados –zona mediterránea- y ubicaciones abrigadas.
- Sufre con las heladas primaverales.
- Las temperaturas bajo cero destruyen las flores y los frutos.
Altura
6-9 m.
Suelo
- Se adapta a todos los terrenos menos en los muy áridos o arcillosos fríos.
- Prefiere suelos fértiles, frescos y no demasiado húmedos en invierno.
Riego
- Agradece los riegos durante el período de actividad.
- Evitar el encharcamiento del suelo.
Cultivo Plantación
Cómo injertar
Injerto de parche
Este tipo de injerto es más lento y difícil que el de yema en T, pero se usa con éxito en especies de corteza gruesa como el níspero, en las que el de T no funciona bien.
La época mejor para injertar es a finales de verano o principios de otoño, cuando e l árbol está en vegetación, fluyendo su savia. Entonces la corteza del patrón se despegará con facilidad.
Se puede insertar con éxito en patrones de hasta 10 cm. de diámetro.
Se extrae del patrón un parche rectangular de corteza de unos 2,5 cm. de ancho.
Se extrae de una rama que no deberá tener mucho más de 3 cm. de diámetro.
La yema en forma de parche rectangular debe tener las mismas medidas que el recuadro abierto en el patrón, es decir, unos 2,5 cm. de ancho para que encaje perfectamente.
Es importante sacar el parche con un pequeño núcleo de madera que debe quedar dentro de ella si se quiere lograr el prendimiento.
Se debe insertar de inmediato, por lo que el patrón debe estar preparado previamente.
Del contacto preciso de los bordes de una y otra parte depende el prendimiento.
Se ata con cinta de injertos o rafia, aunque no es necesario encerarlo.
Se desata a los 15 días aproximadamente; agarran rápidamente. Si no se desatan se pueden perder por quedar ahogados una vez brotados.
Epoca de Floración
Diciembre-Enero.
Multiplicación
Por semillas.
Las variedades, por injerto.
Abonado
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Se abona en las siguientes épocas:
Primavera, a principios, cuando empiecen a brotar.
Verano, después de la recolección.
Invierno, antes de la caída de la hoja.
Plagas
Pulgones: https://asocoa.com/catalogo/?SingleProduct=25
Mosca de la fruta: https://asocoa.com/catalogo/?SingleProduct=25
Barrenadores o taladros: https://asocoa.com/catalogo/?SingleProduct=25
Enfermedades
Clorosis: Hojas amarillas – Reverdeciente Anticlorosis de Asocoa.
Podredumbre de cuello y raíz: Fungicida a base de cobre.
Hongos: Fungicida ecológico a base de extracto de cola de caballo Asocoa.
Antracnosis: Triple acción Asocoa a base de extracto de ortiga Asocoa
Cuidados Especiales
Abonado:
El níspero tiene un desarrollo óptimo en climas mediterráneos, se adapta a muchos tipos de suelo bien drenados y es sensible a la salinidad del agua de riego. El abonado del níspero no sólo influye en la cosecha de un año sino que influirá también sobre las cosechas posteriores. Un abonado pobre aumenta el riesgo de contraer más plagas y enfermedades.
El níspero es un frutal que requiere importantes aportaciones de nutrientes, por lo que es necesario abonarlo generosamente con fertilizantes que contengan N, P, K, Mg y microelementos en las proporciones adecuadas como es el Abono Complejo Supramix o el Abono Magnolios y arbustos Bio de Asocoa.
El nitrógeno es fundamental para el desarrollo vegetativo del níspero, es la base para la síntesis de proteínas y de la clorofila. La carencia de este elemento puede provocar la caída precoz y una reducción del crecimiento de los frutos.
La falta de fósforo bien sea por mala absorción debida a un exceso de cal en el suelo o por no aplicar la cantidad necesaria limita el desarrollo de las raíces y la fecundación de los frutos con lo que limitamos su producción.
El potasio es el que más directamente influye sobre su calidad, ya que el 60% es absorbido por el fruto aumenta su tamaño, potencia la resistencia a las plagas, la sequía y las heladas.
El magnesio, componente principal de la clorofila, interviene directamente en el desarrollo ya que es la responsable de la transformación de las sustancias en materia vegetal.