El Aloe vera ya era utilizado por los romanos como una de las plantas medicinales más comunes. Incluso cuentan que el Macedonio Alejandro Magno conquistó la Isla de Socotora debido al gran número de Aloes que allí crecían. La reina Cleopatra utilizaba a diario la esencia de Aloe como cosmético de belleza.
Datos técnicos
Nombre científico: Aloe vera – Aloe barbadensis.
Familia: Aloeáceas.
Origen: Arabia.
Nombres comunes: Aloe, sábila, alovera, babosa, yerba babosa, aloe de Barbados o aloe de Curazao.
Descripción
El Aloe vera, descrita originalmente como Aloe barbadensis, es una planta perenne estolonífera con un tallo erecto de hasta 30 centímetros.
Sus hojas son carnosas y puntiagudas que nacen de una roseta basal. Su color es verde grisáceo, más claro hacia el interior de la hoja y casi blanco en su inserción en la roseta. Estas hojas tienen forma lanceolada, envainadas en un corto tallo, y su margen está lleno de dientes espinosos no muy lignificados.
A los dos o tres años de vida florece de él una espiga de flores amarillentas y acampanadas que emergen al final de un largo tallo floral que puede alcanzar el metro de altura. Lo hace entre los meses de mayo y septiembre. Una vez fecundadas producen frutos en forma de cápsula.
Cuidados
La mejor exposición es la más luminosa en el interior y a pleno sol en el exterior. Si está en el interior del hogar, conviene sacarla al balcón desde abril hasta finales del verano: se lo agradecerá.
Necesita temperaturas algo moderadas, entre los 12 y 30 ºC.
Le gustan los suelos muy porosos y poco nutritivos. Un sustrato vegetal mezclado con tierra de jardín y perlita antiapelmazante suele ser un sustrato muy acertado. Necesita mucho drenaje para que sus raíces no sufran de asfixia durante los inviernos.
El Aloe vera no necesita muchos riegos. Un exceso de agua en el suelo causará podredumbre de raíces y matará finalmente a la planta. Es conveniente dejar secar el suelo entre riegos, en verano aumentar la frecuencia y nunca encharcar.
Se debe abonar durante la primavera con Abono Liquido Cactus junto al agua de riego. En primavera y durante los trasplantes, mezclar la tierra con humus de lombriz Vermicompost.
Su multiplicación es sencilla mediante hijuelos, que salen al año de madurez de la planta madre.
Plagas y enfermedades
Como planta rústica, son escasos los problemas fitosanitarios que se pueden presentar. A nivel de plagas estarían las cochinillas y los pulgones, controlándose con tratamiento de Triple Acción de Asocoa.
En cuanto a enfermedades, puede aparecer sobre él la Antracnosis, que se manifiesta con el marchitamiento de las hojas en las que aparecen manchas de color marrón, o el Oidio, un polvillo blanquecino que se desarrolla sobre sus hojas y flores. Estas afecciones se controlan bien con el Fungicida de Asocoa.
Datos de interés
Entre todos los diferentes tipos de Aloeáceas existentes, el Aloe barbadensis es el más difundido por sus cualidades medicinales: El gel del interior de sus hojas es un potente cicatrizante, y se suele preparar en pomada, como jugo en crudo para beber o en tinturas para mezclar con cremas. Cuando cortamos sus hojas, segrega además un líquido de fuerte olor a azufre y color amarillento llamado aloína. La aloína es usada como vomitivo y laxante desde la antigüedad.
Se utilizan las hojas cortadas y aplicadas directamente sobre las quemaduras o cicatrices para acelerar la regeneración de los tejidos. También se emplea como tónico, mezclado con zumos naturales de frutas. En este caso se pela la hoja y se sumerge su gel en agua para quitar la aloína, que resulta laxante.
Se hace servir en geles porque revitaliza y tonifica el cuerpo, pero se ha de acompañar con aceites porque seca la piel.
También se toma como zumos de fruta porque ayuda al sistema digestivo y sirve como protector del hígado. También es bueno para el sistema circulatorio y sistema locomotor (los músculos). Ayuda a producir insulina.
Por lo que se refiere a las propiedades para la piel, que tiene muchas, cura quemaduras y heridas y quita las manchas de la piel. También elimina los hogos.