Nepenthes rajah es la mayor planta carnívora del mundo, que no come animales pequeños, sino los excrementos de los animales. Para ello, los atrae mediante un sabroso néctar y seguidamente se aprovecha de los excrementos que estos animales dejan en su interior.
Los botánicos han descubierto que la planta insectívora de Borneo tiene una “jarra” de aproximadamente el mismo tamaño que el cuerpo de una musaraña de árbol. Pero no es tan grande como para tragarse a mamíferos como las musarañas de árbol o ratas.
En cambio, en su estrategia alimentaria, utiliza un sabroso néctar para atraer a musarañas y luego, se ocupa de recoger los excrementos de los mamíferos, según explica Matt Walker en los detalles del descubrimiento publicado en la revista New Phytologist.
Las plantas carnívoras, también llamadas insectívoras, son muy variadas y cuentan con distintos mecanismos para atrapar a sus presas. Algunas tienen superficies pegajosas donde el insecto puede quedar atrapado, mientras que otras, como la Venus atrapamoscas (la más conocida de todas) cuentan con pinzas que se cierran automáticamente cuando la presa se posa en ellas.
Todas las carnívoras de este tipo cuentan con estructuras tubulares en donde los insectos y otros animales pequeños caen y quedan atrapados.
En el caso de la planta de Borneo, atrae a hormigas y arañas, éstas caen en una trampa llena de fluidos y son ingeridas. Se cree que estos artrópodos le proveen de nitrógeno y fósforo, que no puede obtener de otra manera.
Este tipo de plantas son las carnívoras más grandes del mundo y las mayores crecen en Borneo. Una de ellas, conocida como Nepenthes rajah, se cree que es la mayor planta carnívora del mundo, con una estructura con capacidad para dos litros de agua. Es tan grande que tiene la reputación de cazar vertebrados.
Sin embargo, el doctor Charles Clarker, un experto en plantas carnívoras de la universidad Monash en Malasia, las ha estudiado desde 1987 y nunca vio, por ejemplo, una rata atrapada.
Pero junto a otros colegas centraron su atención en las musarañas, que habitan en los mismos lugares que la Nepenthes rajah. Y el hallazgo los sorprendió. Los investigadores encontraron que había una relación entre ambas. La musaraña obtiene el néctar, una fuente de alimentación valiosa, y la planta obtiene excrementos, que probablemente sea la fuente del nitrógeno que precisa.
Este tipo de plantas se ubican en zonas altas donde insectos y otros artrópodos escasean. Por lo que las plantas se habrían visto forzadas a evolucionar e incrementar su tamaño para atraer musarañas.
“Ciento cincuenta años después del descubrimiento de la Nepenthes rajah, finalmente tenemos una explicación para el gran tamaño de la mayor planta carnívora del mundo”, aseguró el Dr. Clarke.
Imagen: «Nepenthes rajah». Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons.