- Selecciona una maceta que tenga un poco de fondo y que en la base tenga hoyos para drenar el agua.
- Compra tierra especial para cactus, gravilla y abono especial con nitrógeno y fósforo.
- Vierte la tierra en la maceta, dejando un espacio en lo alto para el cactus.
- Pon el cactus en el centro de la maceta.
- Coloca tierra alrededor del cactus, pero sin llenarlo hasta el borde, deja unos 5 cm de espacio para que crezca mejor.
- Ubícalo en el lugar más soleado de la casa, donde le dé el sol, entre 4 y 6 horas al día. Los espacios luminosos favorecen al crecimiento de los cactus a lo ancho y que tengan un aspecto fuerte y saludable.
- Riégalo una vez por semana. Aunque en invierno, si los tienes dentro de casa, hay que aumentar la frecuencia de riego, debido a que el clima es más seco. Esto hace que la humedad disminuya, desfavoreciendo a tu planta.
- Fertilízalos una o dos veces al año, en primavera o los meses de verano.
- No dejes que se exponga a temperaturas muy bajas, ya que podría llegar a sufrir quemaduras.
- Transplántalo cada dos años.
ATENCIÓN!
Cada vez que riegues hazlo hasta ver como sale el agua por los agujeros de drenaje y comprueba que la tierra esté un poco seca. NO encharques la maceta.